El mercado del alquiler en Argentina atraviesa un período de cambios profundos, producto de la inflación, la baja disponibilidad de propiedades y la constante evolución de las regulaciones estatales. En este contexto, surge una tendencia incipiente: la casa rodante como opción habitacional.
Esta alternativa no solo responde a la necesidad de viviendas más accesibles, sino también al deseo de muchas personas de vivir con mayor libertad, romper con estructuras tradicionales y adoptar un estilo de vida más flexible. La disposición 48/2025 de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, anunciada por el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, apunta precisamente a eso: facilitar la compra, venta y uso de casas rodantes, reduciendo trabas burocráticas y promoviendo un mercado más dinámico.
Vivir en una casa rodante: ¿cómo es esta experiencia?
Ventajas del alquiler de casas rodantes
Una de las principales ventajas de vivir en una casa rodante alquilada es la posibilidad de reducir costos. En un país donde los alquileres urbanos alcanzan cifras cada vez más altas, optar por un modelo alternativo puede representar un ahorro considerable, especialmente en zonas rurales o suburbanas.
La flexibilidad geográfica es otro punto a favor. No estar atado a un contrato de alquiler tradicional permite a las personas trasladarse según sus necesidades laborales, familiares o personales. Esto resulta especialmente atractivo para nómadas digitales, freelancers o parejas jóvenes en búsqueda de experiencias diferentes.
Además, al no estar sujetos a gastos fijos como expensas, impuestos inmobiliarios o servicios centralizados, quienes viven en casas rodantes pueden tener un mayor control sobre sus finanzas mensuales.
Desafíos a considerar antes de dar el paso
Sin embargo, este estilo de vida no está exento de complicaciones. El espacio reducido es, sin duda, uno de los principales desafíos. Adaptarse a una vivienda móvil implica renunciar a ciertas comodidades y aprender a optimizar cada metro cuadrado.
La legalidad y regulación también son aspectos clave. No todas las ciudades permiten estacionar y habitar casas rodantes en cualquier sitio. Puede requerirse autorización especial o el uso de campings habilitados, lo cual limita la autonomía de los usuarios.
Por último, la provisión de servicios básicos como agua, electricidad, internet o gas puede ser más compleja. Algunas soluciones requieren instalaciones adicionales, como paneles solares, generadores o tanques móviles, lo que también representa un gasto inicial y una curva de aprendizaje.

¿Estamos ante una moda o un cambio estructural en la vivienda?
Aún es pronto para afirmar si el alquiler de casas rodantes se consolidará como una solución estructural en Argentina, pero las señales son claras. En países como Estados Unidos, Australia o Canadá, este modelo lleva años consolidado, incluso con comunidades enteras formadas por personas que eligen esta vida por convicción y no por necesidad.
En el caso argentino, los altos precios de los alquileres, sumados a la dificultad para acceder a créditos hipotecarios o viviendas en propiedad, empujan a muchos a explorar opciones nuevas. Si a eso le sumamos la flexibilización legal que comienza a abrir camino, el resultado podría ser el nacimiento de un nuevo nicho habitacional.
Ya sea como solución temporal mientras se busca una vivienda tradicional, como respuesta a una situación económica compleja, o como elección de vida minimalista y nómada, la casa rodante está dejando de ser un lujo turístico para convertirse en una alternativa real.
¿Es legal vivir en una casa rodante en Argentina?
La legalidad depende de la provincia o ciudad. Algunas jurisdicciones permiten el estacionamiento prolongado en lugares específicos, como campings o espacios rurales habilitados, mientras que en zonas urbanas pueden aplicarse restricciones o multas.
¿Cuánto cuesta alquilar una casa rodante en Argentina?
Los precios varían según el tamaño, la ubicación, el equipamiento y la demanda. En líneas generales, puede oscilar entre los $150.000 y $400.000 pesos mensuales, dependiendo de la región y los servicios incluidos.

¿Dónde se puede estacionar una casa rodante para vivir?
Se puede vivir en casas rodantes estacionadas en campings, terrenos propios, espacios rurales o zonas autorizadas. En áreas urbanas, es más complejo y suele estar sujeto a normativas municipales.
¿Se puede tener internet y electricidad en una casa rodante?
Sí. Para internet, se suele recurrir a módems móviles o redes 4G/5G. Para electricidad, muchas casas rodantes utilizan paneles solares, generadores o se conectan a la red en espacios preparados para ello.
¿Quiénes están optando por esta forma de vida?
Principalmente personas jóvenes, nómadas digitales, jubilados que desean movilidad, parejas sin hijos y personas que priorizan la libertad y el ahorro frente a las ataduras del alquiler tradicional.
Conclusiones:
El alquiler de casas rodantes en Argentina ya no parece una idea descabellada ni una rareza importada. Ante una crisis habitacional persistente y un contexto de reformas que apuntan a flexibilizar el mercado, cada vez más personas empiezan a mirar esta opción con otros ojos.
Aunque no está exento de desafíos logísticos y legales, el estilo de vida en una casa rodante ofrece una promesa difícil de ignorar: menos gastos, más libertad y una experiencia de vida única. La pregunta que queda abierta es si el país está preparado para adoptar esta tendencia como algo más que una moda pasajera.